CAPTACION
DE AGUAS SUBTERRANEAS PARA USOS NO POTABLES EN EL SUBSUELO DEL MUNICIPIO DE
MURCIA (ESPAÑA)
José
Luis Hervás 1 , Javier Fábregas 1 y
Antonio Pulido-Bosch 2
RESUMEN
Se
describe un ejemplo de captación de aguas subterráneas dentro del perímetro
del casco urbano de Murcia. Con estas captaciones se consigue reducir
notablemente los costes de explotación al hacer mínimo el transporte y no ser
preciso aplicar sistemas de potabilización, al ser utilizada el agua para usos
menos exigentes: limpieza viaria, riego de zonas verdes, riego de zonas
deportivas, etc. Además, se consiguen reducir los problemas que afectan a las
viviendas como consecuencia de las fluctuaciones del nivel freático. También,
y mediante un adecuado control, se puede llegar a determinar las áreas en donde
existen fugas en la red.
INTRODUCCION
En
una población se entiende que las aguas se utilizan para consumo humano y, por
tanto, su calidad debe ser la adecuada para tal fin. Sin embargo, el volumen de
agua aprovechada para bebida y elaboración de alimentos es mínimo frente al
destinado a otros usos que se podrían satisfacer íntegramente con agua no
potable, como pueden ser la limpieza de viales, el riego de áreas Verdes, el
abastecimiento industrial, e, incluso otros existentes dentro de las viviendas
como son la limpieza de utensilios y ropa, los sanitarios, la higiene personal,
etc.
La
creciente demanda de agua, potable de una población en alza como la de Murcia,
unido a las frecuentes épocas de sequía que padece la región, a los grandes
costes económicos que gravan dichos recursos y a cuestiones derivadas de la
prioridad de usos, han originado que la Empresa Municipal de Abastecimiento y
Saneamiento AGUAS DE MURCIA, a través del Departamento de Hidrogeología,
afronte la desconexión definitiva de la Limpieza Urbana y el Riego de las Áreas
Verdes de la red de agua potable, con el fin de liberar dichos recursos para
consumo humano y poder dotar adecuadamente los citados usos, garantizándoles el
suministro incluso en las épocas de sequía. La Región de Murcia y su capital
son normalmente deficitarias en agua, motivo por el cual reciben aguas desde
otros lugares; las dos transferencias de agua más relevantes corresponden al
trasvase procedente del río Tajo –que desemboca en el Atlántico, Lisboa- y
las del canal del Taibilla.
En
poco tiempo los jardines de Murcia han experimentado, como su desarrollo social,
un aumento espectacular , pasando de 100.000 a 2.000.000 de m2 de superficie
verde. Esta labor ha venido necesariamente acompañada de severas medidas de
ahorro y reducción de consumo basadas en la Automatización y nocturnidad del
riego, en la disminución de tandas y en la implantación de especies más
resistentes a la falta de agua, en el empleo de aguas embalsadas en estanques
ornamentales y, sobre todo, en la obtención de recursos hídricos subterráneos
urbanos, próximos a las áreas de demanda, y en la creación de una nueva red
de abastecimiento independiente que los distribuya hasta las tomas de los
jardines y las bocas de carga para la limpieza vial; en definitiva, se ha
apostado por una optimización y uso racional del agua.
Con esta medida, cuyo objetivo fundamental fue el ahorro de agua potable, se han reducido notablemente los costes económicos y medioambientales, de explotación. Ya no es preciso captar agua del Tajo, ni transportarla, ni potabilizarla, para cubrir las necesidades de los jardines de
Murcia;
se ha mejorado ampliamente la garantía de suministro de estas áreas verdes
frente a los frecuentes períodos de sequía, cuando, por prioridad de usos, el
agua potable debe restringirse al consumo humano; a este respecto, conviene
recordar que existía orden expresa de la Confederación Hidrográfica del
Segura de no regar con agua potable. También, se ha reducido notablemente el
consumo gracias a las medidas de ahorro adoptadas y, por añadidura se ha
solucionado igualmente el suministro relacionado con la limpieza urbana y el
riego de zonas deportivas.
ORIGEN
DEL AGUA CAPTADA
Se
trató, en suma, de utilizar recursos subterráneos, de los denominados
marginales, que afortunadamente se encuentran ampliamente representados en el
subsuelo de la Vega Media y Baja del Segura. Dichas aguas proceden, en su mayor
parte, del retorno de las aguas de riego.
Aunque
no presentan la calidad de los costosos recursos superficiales empleados en el
entorno geográfico que ocupan, su utilización es adecuada para el regadío de
los jardines municipales de Murcia.
El
agua extraída procede de la Unidad Hidrogeológica de las Vegas Media y Baja
del Segura (IGME-IRYDA, 1978) cuyos límites se extienden entre las provincias
de Murcia y Alicante, con una superficie de unos 450 km2, integrada totalmente
dentro de la Cuenca Hidrográfica del Segura. Se trata de un acuífero
multicapa, constituido por materiales detríticos fluviales, que se han
desarrollado en una depresión fosa tectónica, donde los bordes actúan como área
de procedencia de los sedimentos que secuencialmente han inundado la Vega del
Segura y que presentan una gran continuidad lateral (MOPU-IRYDA,1988).
En
un corte real del terreno existente bajo el casco urbano de Murcia se detectan 5
episodios de gravas fluviales y otros tantos intercalados de material
semipermeable, generalmente arcillas, limos y arenas. Estos niveles deben
retardar el flujo vertical entre los tramos acuíferos, pero su influencia
apenas se deja notar debido a la escasa explotación a la que históricamente ha
sido sometida esta Unidad Hidrogeológica. Este hecho favorece el equilibrio
hidrodinámica entre los diversos niveles detríticos que conforman el sistema.
La
disponibilidad de estos recursos es muy alta, ya que el citado acuífero aluvial
presenta unos recursos naturales que alcanzan los 70 hm3/año y que se basan
esencialmente en los excedentes de riego, la lluvia y las pérdidas producidas
en la red de acequias. Por otra parte, las reservas existentes en los primeros
100 metros de acuífero se han estimado en unos 3.000 hm3, a partir de las
siguientes hipótesis (Fábregas, 1998):
Superficie media 300 km 2
Espesor
medio de material permeable 50 m
Espesor
medio de material semi-permeable 50 m
Porosidad
eficaz (permeable) 20 %
Porosidad
eficaz (semi-permeable) 5 %
Las salidas se producen a través del drenaje del río y de los azarbes (red de canales que recoge los sobrantes de riego), y por los escasos bombeos que se realizaban por los numerosos pozos y sondeos existentes en el área (de 2 a 5 hm3/año). En este sentido, los piezómetros resultan muy ilustrativos, al mostrar variaciones estacionales, que coinciden con la intensidad de los riegos. En verano, cuando más agua se utiliza en este uso, los niveles alcanzan la máxima altura; en invierno ocurre lo contrario. Estas diferencias estacionales pueden llegar a producir una oscilación de niveles de hasta 5 m, aunque normalmente esta evolución es menos acentuada y la media de variación estacional suele ser de 1 m.
Se
aprecia igualmente que, durante el período 1975-1982, el acuífero se
encontraba lleno dado que las extracciones eran inferiores a la alimentación y,
por ello, no presentó descensos anuales. Só1o se apreciaron variaciones
estacionales provocadas por el riego y el drenaje de los azarbes. Sin embargo,
en los períodos 1982-84 y 1992-96, coincidiendo con épocas de sequía, en las
que las lluvias y el riego prácticamente desaparecen, la unidad hidrogeológica
de las Vegas Media y Baja del Segura se emplea para cubrir el déficit de
recursos existente, aprovechando sus cuantiosas reservas.
La
fluctuación del nivel freático del acuífero es el resultado del balance entre
las entradas, por riego y precipitaciones, y las salidas, por bombeo en pozos y
sondeos. A nivel diario, se aprecia cómo se inician las extracciones a partir
de las 7 de la mañana, se reducen entre las 2 y 3 del mediodía, y finalizan a
las 5 de la tarde. A nivel semanal, la explotación de agua subterránea sólo
sufre variaciones al llegar el domingo, cuando se detecta que las extracciones
se reducen considerablemente, aunque con el mismo reparto horario que en los días
laborables. Se observa igualmente que la explotación diaria disminuye drásticamente
con la lluvia, y de forma progresiva con el riego procedente tanto del Trasvase
como del río Segura.
LAS
REDES DE CONTROL
Los datos citados proceden de las redes de observación que se han establecido para el control volumétrico, energético, piezométrico y de calidad, orientadas tanto a la evaluación global del sector de acuífero captado, como a la correcta explotación y mantenimiento de las captaciones e instalaciones existentes. Con todo ello se pretende contribuir al conocimiento de la Unidad Hidrogeológica de las Vegas Media y Baja del Segura y, más concretamente, del subsuelo urbano sobre el que se asienta la ciudad de Murcia. En la Tabla I se reseñan los tipos de redes existentes, así como su intervalo de medida.
El
control efectuado permite la confección de fichas de explotación de cada uno
de los puntos de agua existentes, así como la realización de planos de la
superficie freática o de igual contenido iónico. En lo que se refiere a la
superficie freática, el gradiente hidráulico coincide con el sentido de
circulación del río, el cual generalmente actúa como eje drenante. El agua de
la Unidad hidrogeológica de las Vegas Media y Baja del Segura presenta un
contenido salino que varía en la horizontal. La salinidad oscila entre 2 y 3
gr/l, en la Vega Media, y más de 10, incluso 20 gr/l, hacia aguas abajo, lejos
de la ciudad de Murcia.
En
lo que se refiere al entorno del casco urbano de Murcia, todos los parámetros
analizados varían espacialmente de forma similar, y muestran los mejores
resultados en la franja central de la Vega Media. Por otra parte, a raíz de
estos trabajos de Control Hidrogeológico del acuífero freático de la Vega
Media del Segura, en el que se asienta la ciudad, se han ido constatando las
influencias que tienen lugar entre el medio urbano y el acuífero. Estas
experiencias, realizadas desde
1994, están contribuyendo a mejorar el conocimiento del entorno subterráneo de
Murcia, para poder realizar una correcta gestión del acuífero y una adecuada
protección medioambiental.
En
efecto, el agua del subsuelo en sus evoluciones cíclicas de llenado y vaciado
del acuífero, experimenta ascensos y descensos que pueden alterar un gran número
de elementos urbanos que se sitúan en esta franja de terreno, como son las
edificaciones, las redes de agua del Abastecimiento, las acequias y hasta el
propio cauce del río. De esta forma, si estas circunstancias no se contemplan
en el diseño y construcción de los elementos indicados, pueden ocurrir algunas
de las incidencias que describimos a continuación.
Cuando
los niveles freáticos suben.
-....
Las edificaciones con uno o más sótanos
precisan evacuar las filtraciones del acuífero si no quieren verse afectadas
por continuas inundaciones y molestias de humedad.
Las
redes del abastecimiento que no se encuentren en carga (normalmente la red de
saneamiento y el resto de redes en situación de avería o corte de suministro)
se ven influenciadas por las aguas freáticas, pudiéndose introducir en
aquellas y originando problemas de calidad.
Por
otra parte, las pérdidas que se producen en las redes del abastecimiento, en
una zona saturada de agua, elevan un poco más el nivel freático en sus
proximidades, y pueden llegar incluso a aflorar en superficie con una cierta
facilidad. Esto repercute positivamente en el Abastecimiento puesto que quedan
así "señalizadas" para su inmediata reparación. No obstante, en
esta situación de niveles altos, las elevaciones piezométricas pueden
confundirse fácilmente con las que se producen en las acequias sin revestir próximas;
estas acequias cuando no funcionan como redes de transporte, actúan como
verdaderas redes de drenaje de la ciudad, que se encuentra literalmente
inundada.
Cuando
los niveles del acuífero descienden.
Las
edificaciones cambian el problema de drenaje por otro más grave: el
asentamiento del terreno en el que se enclavan, motivado por la pérdida de
agua, lo cual puede hacer peligrar la estructura y estabilidad de las
mismas.
Las pérdidas
en las redes de agua alimentan a un acuífero con el nivel freático más
profundo lo cual impide que éstas puedan llegar a apreciarse en superficie
y den la alarma para su eliminación.
Como
consecuencia de estas apreciaciones se abre la puerta a un posible nuevo
sistema de detección de fugas, basado en el control de las alteraciones del
nivel freático que se producen en el terreno cuando se origina una fuga de
agua incontrolada en una conducción.
Este
método, que próximamente se va a experimentar en Murcia, estaría
caracterizado por la colocación de piezómetros junto a las conducciones, para
poder registrar las oscilaciones del nivel freático que se producen en el
terreno donde se localiza la conducción, cuando se origina en ésta una pérdida
de agua.
INFRAESTRUCTURAS
Y EXPERIENCIAS REALIZADAS.
Las captaciones
Se
han realizado un total de 54 pequeños sondeos de captación, junto a las zonas
de mayor demanda. La profundidad oscila entre 25 y 68 m, hasta atravesar, como mínimo,
el primer nivel acuífero constituido por gravas de excelentes características
hidráulicas. La perforación se ha efectuado mayoritariamente por el método de
rotación, con un diámetro de 220 mm, siendo entubados con tubería de
polietileno de 165 a 200 mm y 10 atm. siendo ranurado el tramo acuífero y
cementado el espacio anular.
Tras
las labores de perforación y entubación de los sondeos, se llevó a cabo la
limpieza de los mismos mediante aire comprimido, utilizando para ello la propia
maquinaria de perforación.
Posteriormente
se procedió al bombeo intermitente al doble del caudal máximo de explotación
(de 6 a 10 l/s). Finalmente se provee al sondeo de la correspondiente arqueta de
válvulas y contadores, que queda integrada en e1 entorno.
En
el interior de los sondeos se han instalado grupos sumergidos eléctricos
capaces de extraer un caudal de 1 a 5 1/s con una presión, en cabeza de sondeo,
de 4 a 8 atm. Podemos diferenciar dos tipos esenciales de instalaciones,
totalmente automatizados: las que se emplean para satisfacer directamente las
distintas demandas del jardín, y las que se utilizan para rellenar uno de los
estanques existentes donde se almacena previamente el agua extraída. Las
primeras suelen constar de dos grupos de bombeo, con curvas características
complementarias, que se instalan en paralelo y que se regulan mediante
presostatos para adaptar el caudal de extracción a la demanda de las diversas
tomas. En el segundo caso, el riego se centraliza en el estanque, y la extracción
del sondeo se efectúa con una sola bomba, regulada mediante sonda de nivel.
Existe
además una instalación mixta preparada tanto para la recarga como para la
extracción, cuyo fundamento y características se definen más adelante. En
todos los casos, la acometida eléctrica se realiza en baja, con línea de
montaje aérea o subterránea, según la situación de la instalación con
respecto a la C.G.P., e incorpora caja general de protección de doble
aislamiento, armario de contadores y cuadro de protección del equipo moto-bomba
situado siempre junto a la arqueta de válvulas.
Almacenamiento
y transporte
Es
de resaltar la celeridad con que esta alternativa, pionera en España, fue
implantada en tan sólo 12 meses, y ello a pesar de la complejidad de ejecución
dentro del tejido urbano.
Tal como se indicaba anteriormente, en todos los jardines que
poseen estanques ornamentales, se han localizado sondeos de extracción de agua
subterránea y se ha utilizado su capacidad de almacenamiento para una mejor
regulación del riego. Esta medida, además de contribuir a la idónea explotación
y distribución de los recursos, ha beneficiado claramente a la fauna existente
en los mencionados estanques y lagos, debido a la renovación constante que se
produce en sus aguas y ha favorecido el ahorro de agua, al poder efectuar el
vaciado de los mismos a intervalos de tiempo más distanciados.
Por otra parte, para transportar las aguas extraídas desde los sondeos y estanques hasta las antiguas acometidas de agua potable de los jardines de Murcia y Pedanías, se ha tenido que construir más de 14 km de conducciones, y un complejo entramado de redes principales y secundarias, de polietileno, de 63 a 160 mm de diámetro, de acuerdo con las normas de construcción exigidas por la Concejalía de Urbanismo de Murcia. En un principio cada sondeo se conectaba únicamente a los jardines situados en su entorno próximo; sin embargo, pronto se procedió a la interconexión de sondeos, con objeto de aumentar considerablemente la garantía de suministro de los diferentes usos relacionados. En la actualidad existen cuatro grandes redes a punto de ser interconectadas, con un total de 20 sondeos y dos estanques, estratégicamente situados, para conseguir el mallado de las mismas.
EXTRACCIONES,
RECARGA Y USOS
En
lo que se refiere al volumen de agua bombeada comienza a contabilizarse en enero
de 1994, y fueron ascendiendo conforme se realizaban nuevos sondeos, alcanzando
la cifra de 380.347 m3 en 1994, 658.656 m3 en 1995 y 128.060 m3 en el período
enero-abril de 1996. Ello supone un caudal de extracción 20,9 l/s y un valor
medio de 0,43 l/s por sondeo.
Hay
que reseñar que también se lleva a cabo una singular experiencia de recarga
artificial.
Se
realiza de forma constante a través del sondeo S35, localizado en el nuevo jardín
del Salitre, donde existe un aparcamiento subterráneo, cuyas aguas de drenaje
se vierten directamente a un estanque. Desde este punto se bombean las
necesarias para la demanda del jardín y el resto, en lugar de evacuarlo a la
red de saneamiento, se introduce en el acuífero, previa filtración, con un
caudal que varía entre 1 y 7 l/s, según se recargue por sifonamiento o por
inyección, respectivamente. Ocasionalmente, coincidiendo con la disponibilidad
de otras aguas de drenaje o vaciado de piscinas próximas a uno de los sondeos,
se suelen llevar a cabo otras experiencias de recarga.
El
agua subterránea que circula por la nueva red de agua no potabilizada de Murcia
se ha utilizado, hasta el momento actual, para:
Riego de
áreas verdes municipales (Cubierto el 78 % de las necesidades)
Abastecimiento
de fuentes y estanques ornamentales (Cubierto el 100 % de las necesidades)
Limpieza
viaria (Cubierto el 100 % de las necesidades)
Abastecimiento
de piscinas y campos de deportes (En proceso de implantación)
Uso
sanitario (En previsión de situaciones de extrema necesidad)
En
cuanto al suministro dg áreas verdes se refiere, es de resaltar el aumento
espectacular que ha experimentado la superficie ajardinada en los últimos años,
y la rápida adaptación de los mismos a la falta de disponibilidad de agua. En
el municipio de Murcia ya se han alcanzado los 2.000.000 de metros cuadrados de
superficie total ajardinada ( 827.344 m2 de áreas verdes s.str.), de los cuales
el 81% se abastece con agua subterránea y el resto con agua potable.
CONSIDERACIONES
FINALES
Gracias
a la automatización del riego, que ha permitido el riego nocturno, evitando pérdidas
por evaporación y la disminución de tandas, se aprecia claramente la evolución
descendente de las necesidades reales de los jardines de Murcia. También ha
contribuido el empleo de las aguas embalsadas en los estanques ornamentales
existentes, posibilitando su regeneración continua y disminuyendo, de esta
manera, la frecuencia de vaciados para su limpieza. Por último, también hay
que mencionar la implantación de especies más resistentes, con unas
necesidades mínimas y suministradas mediante goteo, en los denominados jardines
de "consumo cero".
En
cuanto a la limpieza viaria, las necesidades totales de agua se han cubierto
mediante aguas no potabilizadas. Para ello se han instalado bocas de carga específicas,
estratégicamente repartidas por el casco urbano de Murcia y pedanías, que se
utilizan para la carga de barredoras y baldeadoras. El volumen utilizado ha sido
de 17.424 m3 en 1994, 31.416 m3 en 1995, y 52.679 m3 en 1996.
En relación con el abastecimiento de piscinas y campos de deportes, se han iniciado las obras de reajuste necesarias para que también estos usos municipales dispongan de agua no potabilizada. Hasta el momento se ha solucionado el suministro de dos piscinas, y de los campos de deportes localizados en un Parque.
Por
último, en prevención de situaciones de extrema necesidad para la población
de Murcia, se han preparado unas tomas especiales, para posibilitar el uso
sanitario de las aguas subterráneas. Dichas tomas están formadas por cuatro
grifos en batería, y han sido diseñadas para poder utilizar la mayoría de los
recipientes que se suelen emplear para la carga doméstica de agua. En caso de
ser necesario, todas las tomas estarán convenientemente señalizadas, indicando
que suministran agua no potable, un número de control y la dirección de
emplazamiento.
Por
otra parte, se ha realizado una experiencia piloto sobre la utilización de agua
no potabilizada en las propias viviendas de un abastecimiento urbano, para el
suministro de duchas, lavabos, sanitarios, etc. Dicha experiencia se ha
realizado en las instalaciones de AGUAS DE MURCIA durante seis meses
consecutivos y tuvo como objetivo esencial, establecer las ventajas e
inconvenientes de tal suministro, así como sentar las bases para una hipotética
implantación generalizada de esta alternativa. La experiencia ha permitido
constatar que se aumentaría la disponibilidad de recursos de alta calidad, al
liberar, para consumo estrictamente humano, los volúmenes actualmente
destinados a otros usos urbanos que no requieren la calidad de las aguas
potables; que sería, pues, altamente viable la satisfacción de las demandas
actuales y futuras con recursos de alta calidad en los sistemas de
abastecimiento. Estos recursos permitirían dotar a nuevas poblaciones
deficitarias, tanto en cantidad como en calidad de agua, cubriendo su demanda
actual y futura y permitiendo su desarrollo económico y social sin necesidad de
disponer de nuevos recursos de agua potable efectuando, eso si, un mejor y mayor
reparto de los existentes. Además, se aprovecharían volúmenes de agua subterránea
y/o residual, de inferior calidad, localizadas en las inmediaciones de los
puntos de demanda, para satisfacer el resto de las necesidades urbanas.
A
título de conclusión final, se puede afirmar que la experiencia de Murcia
constituye un buen ejemplo de aprovechamiento optimizado y racional del agua en
un entorno tradicionalmente deficitario. La experiencia es aplicable a otros
entornos urbanos de características similares. En cualquier caso, un
concienzudo estudio permitirá diseñar un esquema de aprovechamiento óptimo
compatible con el medio ambiente.
Referencias
Fábregas,
J. (1998). Explotación y control de aguas subterráneas urbanas en el municipio
de Murcia. Jor. Téc. Aguas Subt. Y Abast. Urbano. 24 pp. Ciclostiladas (en
prensa, ITGE)
IGMA-IRYDA
(1978). Investigación Hidrogeológica de la Cuenca Baja del Segura. Informe Técnico
nº 6.
MOPU-IRYDA (1988). Inventario de Recursos Hidráulicos. Vol. IV. Documentación Básica del Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura