Prólogo
Los depósitos del Neógeno tienen una muy amplia distitribución en el territorio argentino, pudiendo decirse que el debate de sus componentes desde una visión integradora regional recién está comenzando. Ocurre que quienes han abordado el estudio de esta parte de la columna geológica normalmente lo han hecho desde la óptica de cada especialidad motivo por el cual muchas veces se han brindado conceptos o interpretaciones distorsionadas.
Con el objeto de iniciar un debate sobre este tema, en noviembre de 1999 llevamos adelante una reunión de expertos en el Centro de Investigaciones del CONICET radicado en la ciudad de Diamante (Entre Rios). Para ello se hizo adelante un análisis comparativo y de correlación geológica tomando en consideración los sedimentos marinos y continentales que afloran en la región mesopotámica y del Uruguay.
A partir de allí ,con los trabajos expuestos más otros que fueron invitados, iniciamos la tarea de compilar una serie de artículos destinados a compatibilizar las ideas sobre esta temática. El resultado queda expuesto en la presente obra y, naturalmente, los lectores encontrarán muchos puntos de concordancia pero también de discrepancia entre los autores, situación que no nos alarma ya que interpretamos que ello servirá como punto de partida para nuevas discusiones y debates. Desde luego también, que los artículos aquí presentados de ninguna manera agotan ni los temas ni las opiniones.
La obra comprende trabajos referidos a la geología regional, paleontología y paleoambientes sobre las formaciones Paraná e Ituzaingó, ambas objeto del debate mencionado.
Como interesante ejemplo no queremos dejar pasar por alto la circunstancia que la International Stratigraphic Commission (ISC) y la International Union of Geological Sciences (IUGS), luego de varios años de debate, ambiciosamente definieron la Global Stratigraphic Section and Point (GSSP) en el metro 35 de la sección de Lemme-Carosio, en la provincia de Alexandría, cuenca del Pimonte en el norte de Italia. Allí no solo se fijaron las pautas bioestratigráficas sino que también las resultantes de la magnetoestratigrafía y geología isotópica (Steininger et al, 1997). Asimismo, entre los criterios están, por un lado, los que surgen de la información del nannoplacton y foraminíferos, sino que se los vincula con los que proporcionan los vertebrados terrestres, y estudios isotópicos. La precisión lograda en tan arduos debates permitieron lograr, para el continente europeo un alto grado de certidumbre que luego expandieron hacia Asia y Norteaérica.
El ejemplo del Neógeno holártico, debería ser un desafío para comenzar una tarea similar en el hemisferio sur, que permita calibrar en un futuro no muy lejano nuestras secuencias sedimentarias junto a las de Antártida, Australia y Africa, con aquellas. Es nuestra esperanza que lo expuesto en esta obra sea un comienzo y sirva para potenciar el interés de los colegas para lograrlo.
F. G. Aceñolaza y R. Herbst
Editores