Estado actual de los conocimientos sobre la Formación Camacho (Mioceno medio-superior, Uruguay)
Peter SPRECHMANN 1 , Lorenzo A. FERRANDO 2 , y Sergio MARTINEZ 1.
Abstract.- PRESENT KNOWLEDGE OF THE CAMACHO FORMATION (MIDDLE?-UPPER? MIOCENE) OF URUGUAY. A review of the present knowledge concerning the Camacho Formation (Middle? to Upper Miocene?, Uruguay) is presented. Rocks of this unit actually are found in four areas of Uruguay. The Camacho Formation was deposited during the the Paranense (or Entrerriense) Marine Transgression. The tectonic setting is analyzed as well as the lithostratigraphy of Camacho Formation with special reference to uppermost boundary (Kiyu Lithofacies). The rich fossil content of the Formation is listed, being represented by taxa of Ostracoda, Bacillariophyta, Foraminiferida, Gastropoda, Bivalvia, Echinoidea, Brachiopoda, Crustacea, Bryozoa, invertebrate trace fossils, Selachii, Reptilia, Aves and Mammalia. Deposition occurred during marginal marine and shallow marine conditions reconstructed using sedimentologic and paleoecologic criteria. Two paleogeographic littoral provinces of warm and warm-temperate waters were recognized. Different criteria indicate that the Camacho Formation originated during one or several high sea-level stands between Zones N7 and N16 of Serravallian to Tortonian age.
Key words: Camacho Formation. Miocene. Paranense. Entrerriense. Geology. Paleontology. Uruguay.
Palabras clave: Formación Camacho. Mioceno. Paranense. Entrerriense. Geología. Paleontología. Uruguay.
Introducción
Darwin (1839 y 1846) y d’Orbigny (1842) fueron los primeros que estudiaron los sedimentos que pertenecen a la hoy denominada Formación Camacho. Esta unidad equivale a parte de las anteriores denominaciones de: Formación Terciaria (Walther, 1915), Transgresión Marina Entrerriana (Kraglievich, 1928, 1932), Transgresión Entrerriana y Araucana (Teisseire, 1928), Piso Paraná (Walther, 1931), Depósitos de la Transgresión Marina Entrerriana (Lambert, 1941), Transgresión Entrerriana (Serra, 1943) y Areniscas fosilíferas de Camacho, término introducido por Caorsi y Goñi (1958). Goso y Bossi (1966) le dan rango formacional. Regionalmente la Formación Camacho ha sido cartografiada en el mapa geológico del departamento de Colonia por Serra (1943) y en las Cartas Geológicas del Uruguay a escala 1/500.000 por Caorsi (1957); 1/1.000.000 por Bossi et al. (1975); 1/500.000 por Preciozzi et al. (1985) y a 1/500.000 por Bossi et al. (1998). Las mejores exposiciones se ubican en el departamento de Colonia donde aflora ocupando un área relativamente pequeña. El estratotipo de la Formación, no está bien definido; Caorsi y Goñi (1958) sugieren la zona de canteras en el paraje homónimo ya descriptas por Frenguelli (1930), en tanto que Bossi y Navarro (1991) proponen el del perfil de Punta Gorda. No existe una sección en las que afloren todas las litofacies de la unidad.
Cuenca de sedimentación
Los conocimientos disponibles permiten distinguir dentro del territorio continental uruguayo cuatro áreas de desarrollo de la Formación Camacho, siempre asociadas a su litoral sur:
(a) Desde los alrededores de la ciudad de Colonia hacia el NW hasta la altura de Nueva Palmira, donde aflora alcanzando unos 20 m de potencia y se desarrolla hasta unos 6 km. de la costa actual. Allí es el único lugar donde puede ser cartografiada a escala 1/100.000 (Fig. 1), encontrándose además las secciones tipo propuestas.
(b) En zonas desconexas en las plataformas de abrasión, playas y pie de algunas barrancas en el sur del departamento de San José, donde se desarrolla en la mitad S del mismo dentro de la fosa tectónica de Santa Lucía, cubierta por unidades más jóvenes. Da Silva (1990) asigna 42 m en la perforación N º 1394/4 ubicada en Kiyú. En la perforación Las Brujas (SL6-P1) tendría una potencia de 22 m (Coronel et al., 1988). También existe un afloramiento atribuido por estos autores a la Formación Camacho situado sobre el río Santa Lucía, en las cercanías de la localidad de Las Brujas, Departamento de Montevideo.
(c) Se ha mencionado también su desarrollo en el subsuelo, aunque sin describir fósiles, en los alrededores de algunas de las lagunas del litoral atlántico. Por ejemplo, Figueiras y Broggi (1976) así como Bossi y Navarro (1991) citan 40 m en la zona de la laguna del Sauce (perforación Nº 861/2); en tanto que Campal (com. pers., 1999) indica su probable ocurrencia en la laguna de Rocha, en la base de un pilar del puente.
(d) En la zona de la fosa tectónica de la Laguna Merín, la cual constituye el borde occidental de la Cuenca de Pelotas donde, aunque no aflora, se estima que alcanzaría un desarrollo importante en el subsuelo, con límites aún imprecisos. En el sondeo Chuy (Nº 364) se encuentran entre -133 y -113 m. niveles fosilíferos clásicamente asignados a la Formación Camacho (Medina, 1962; Closs y Madeira, 1968; Figueiras y Broggi, 1971, 1972/73; Sprechmann, 1978a, 1980).
Estos niveles fosilíferos del Mioceno se diferencian claramente de otros depósitos marginales marinos más modernos presentes en dicho pozo. Unicamente Figueiras y Broggi (1976), le asignan 53 m (entre –138 m y –85 ) a la formación. Sanguinetti (1980) en la perforación Jaguarão (2-PJ1-RS, Brasil), muy cerca de la frontera, a unos 135 m. de profundidad asigna unos 25 m de sedimentos fosilíferos al Mioceno. Esta perforación se encuentra cerca del extremo norte de la Cuenca de Pelotas. Allí identifica ostrácodos los cuales tipifican a la Subzona de Krithe trinidadensis situada en la parte superior de la Zona del ostrácodo Henryhowella evax del Mioceno. Estas unidades bioestratigráficas se encuentran en otras perforaciones de la Cuenca de Pelotas en Rio Grande do Sul (op. cit., Figs. 13, 14, 15).
En otras perforaciones realizadas más al N en esta fosa tectónica (Puerto Gómez, La Catumbera y Rincón de Gabito) no han sido reconocidos los niveles fosilíferos que caracterizan a esta unidad.
Esta situación implica que el mayor desarrollo de la Formación Camacho se verifica dentro del estuario del Río de la Plata y hacia la plataforma continental. De acuerdo a los datos conocidos, en las perforaciones Lobo I y Gaviotín I, se habrían atravesado más de 600 m asignados a depósitos correlacionados con Camacho (Stoakes et al, 1991; De Santa Ana y Ucha, 1994), definidos como arcilitas fosilíferas marinas, intercaladas con areniscas que atribuyen a prodeltas, desconociéndose las eventuales variaciones hacia las zonas continentales.
La Figura Nº2 muestra el límite probable de la transgresión que originó la Formación Camacho en el territorio uruguayo; pero resulta difícil establecer además una posible distribución de isobatas o depocentros.
Tectónica
No existen estudios destinados a definir si existió actividad tectónica, y en caso afirmativo, de que tipo, en el momento del comienzo de la sedimentación y constitución de las cuencas en las cuales se desarrolló la Formación Camacho. El desarrollo de las litologías de Camacho en Uruguay ocurre dentro de las áreas de las cuencas cretácicas. Parecen corresponder a la continuación de la subsidencia de las áreas centrales de las mismas determinando la formación del proto Río de la Plata y de buena parte de su cuenca, en las que se vienen acumulando intermitentemente sedimentos a partir del Cretácico superior. La depositación de la Formación Camacho fue, además, consecuencia de al menos una transgresión marina. En el área S del Departamento de San José, se desarrolló dentro de la fosa tectónica de Santa Lucía y, según los datos preliminares disponibles, se sugiere que la paleo costa norte estuvo determinada por el horst que se ubica a la altura de la ciudad de Libertad, en tanto que por el E el límite estaría determinado por las fallas por la que actualmente corre el curso inferior del río San José.
República Argentina
Las áreas en que se describe la existencia de sedimentos marinos del Mioceno a partir de perforaciones al SE del país podrían tener en algunos casos, por lo menos, una clara génesis tectónica, aunque aún no bien definida. En el caso de la fosa tectónica de la Laguna Merín, que se corresponde al borde W de la Cuenca de Pelotas, se ha evidenciado la presencia de fósiles del Mioceno en la perforación Chuy (Nº 364), donde el desarrollo de las litologías consideradas estarían limitadas al N por una falla que se ubica al pie de la Sierra San Miguel, y por el S por otra estructura tectónica que limita el granito de Santa Teresa que representa, además, el borde austral de la fosa tectónica. En la zona aledaña al sondeo Jaguarão (2-PJ1-RS), no se presentan hipótesis que expliquen su desarrollo.
En cambio se reconoce por distintos investigadores la existencia de varias etapas tectónicas post Camacho, hasta casi actuales, en particular para explicar su distribución y posición topográfica relativa actual: así el techo de la unidad se encuentra aproximadamente a: + 20 m en los alrededores de Punta Gorda, a cota prácticamente 0 en el S de San José; a –20 m en la Laguna del Sauce, y a -113 m en la perforación Chuy. En la perforación Jaguarão el nivel fosilífero aparece aproximadamente a –135 m.
Litoestratigrafía y relaciones estratigráficas
Las rocas asignadas a la Formación Camacho se apoyan en discordancia erosiva sobre otras unidades estratigráficas: litologías de naturaleza dominantemente granítica de los Terrenos Piedra Alta, Nico Pérez y Cuchilla Dionisio; basaltos de la Formación Mariscala, eventualmente en el subsuelo con riolitas de la Formación Arequita; o sedimentos cretácicos correspondientes a las Formaciones Migues y Mercedes, pero más frecuentemente sobre las sedimentitas de la Formación Fray Bentos. Resulta, a su vez, cubierta también en forma de discordancia erosiva por las Formaciones Martín Chico, Raigón, Libertad y Barra del Chuy. En algunas áreas existen dificultades para definir el límite superior de Camacho, en particular para distinguir entre litologías de las Formaciones Camacho y Raigón en los Departamentos de Colonia y San José. Parte de este problema deriva de que los trabajos anteriores a Bossi et al. (1975), consideraban a todas esas unidades como sincrónicas con pasajes laterales entre ellas (Bossi, 1966). Trátase de litofacies frecuentes en la transición entre Camacho y Raigón portadoras de numerosos fósiles de vertebrados de ambientes terrestres formadas, en lo principal, por fangolitas verdes, expuestas en las barrancas y plataformas de abrasión en el Departamento de San José (Tabla I). Ha sido denominada Formación Kiyú por Francis y Mones (1965), no existiendo acuerdo acerca de su asignación litoestratigráfica. Ha sido considerada como estratigráficamente basal dentro la Formación Raigón por Goso y Bossi (1966) y Bossi y Navarro (1991). Por el contrario, De Santa Ana et al. (1988), Da Silva (1990), Perea (1993, 1998) y Martínez (1994a) la incluyen como la litofacies cuspidal de la Formación Camacho. Hasta tanto no se resuelva esta controversia se coincide en designarla como "litofacies Kiyú".
Actualmente esta situación tiende a resolverse por la aplicación de varios criterios: (a) Litoestratigráficos: definidos a partir de Bossi et al. (1975) al caracterizar la Formación Martín Chico entre ambas y establecer a Camacho y Raigón como diacrónicas y discordantes; (b) Paleoambientales: Camacho corresponde a facies marinas, mientras que Raigón y Libertad fueron formadas en ambientes continentales (Bossi et al., 1998); (c) Paleontológicos: Camacho contiene fósiles marinos los cuales tipifican, al menos, a la mayor parte de sus litofacies y permiten su separación.
En el SE del Uruguay donde no aflora, la falta de sondeos a testigo corrido, dificulta precisar las características litológicas de la Formación Camacho, y sus relaciones estratigráficas con las sobreyacentes y analizar la eventual existencia de depósitos continentales sincrónicos, existiendo varias hipótesis al respecto (Goso y Bossi, 1966; Goso, 1972; Sprechmann 1978a, Bossi y Navarro, 1991; Bossi et al., 1998), que van desde la discordancia a la interdigitación, en función de las ideas de cada autor de la evolución de la costa atlántica del Uruguay desde el Mioceno hasta el Pleistoceno.
Litologías
Integran esta Formación materiales de origen detrítico: arcillitas, limolitas, fangolitas, areniscas desde muy finas a gruesas y raros conglomerados, u orgánico: lumaquelas o coquinas de muy diversa biofábrica y composición. En Punta Gorda y sus alrededores, Bossi y Navarro (1991) señalan areniscas ubicadas en la base de la Formación donde el perfil comienza con un estrato métrico, pero que llega hasta 5 en áreas cercanas, de areniscas muy finas y muy arcillosas, generalmente definidas como pelitas, macizas y de color verde a gris verdoso, que hacia arriba pasan a espesores casi decamétricos, de areniscas blancas (N9) muy finas extremadamente bien seleccionadas, muy cuarzosas, de alta esfericidad, con escaso cemento arcilloso y a veces calcáreo, en las que ocasionalmente se pueden encontrar algunos lentes fangolíticos de colores verdosos similares a los basales. La estructura de estas areniscas es poco visible, pero localmente muestran una débil estratificación paralela horizontal y escasas ondulitas. Las litologías arenosas más gruesas aparecen primero en forma de lentes de 5 a 10 cm intercalados también en las más finas ya descriptas, para conformar algunos niveles de cierta extensión lateral más arriba determinando una secuencia granocreciente. Son materiales blanquecinos y presentan una composición sobre la base de cuarzo, feldespatos y fragmentos líticos, subredondeados a subangulosos. Estas areniscas se enriquecen en restos orgánicos y se han definido como lumaquelas o coquinas, que constituyen una de las litologías típicas de la Formación. Se desarrollan en la parte superior de este perfil, alcanzando unos 8 m de potencia, aunque puede desarrollarse más de un banco por intercalaciones arenosas medias de colores blanco amarillentos. Responden en general a zonas de acumulación de restos orgánicos de bivalvos y una fracción detrítica mineral correspondiente a areniscas de medias a gruesas. Dentro de estos niveles es posible encontrar estructuras de canales y estructuras cruzadas con foresets de varios metros. La recirculación del carbonato de los restos orgánicos ha determinado la cementación de estos niveles. En otros perfiles es posible encontrar lentes de areniscas gruesas dentro de los estratos finos y más de un nivel de coquinas separado por areniscas. La columna estratigráfica descripta por Sprechmann et al. (1994) reproducida en la Figura Nº 3, muestra el predominio de fangolitas de colores verdes con frecuentes intercalaciones submétricas de areniscas muy finas y finas de color gris muy claro, a veces con estructuras hummocky, con coquinas dispuestas en estratos o en concreciones. También señalan el desarrollo de arenas macizas gris amarillentas, tipo "shifting sands", así como biostromos y "patch reefs" en varias localidades de Colonia e incluso de San José. En la plataforma continental Stoakes et al. (1991) citan la ocurrencia de arcillitas gris verdosas ricas en fósiles intercaladas con areniscas glauconíticas y con lignito. La mineralogía de la fracción arcillosa de las areniscas inferiores del perfil de Punta Gorda fue definida por Goso y Bossi (1966) como compuesta por illita con algo de Fe +2 en su estructura, en tanto que para la Formación, en la zona comprendida entre Carmelo y Nueva Palmira, Ferrando et al. (1989 a y b) indican una mezcla de beidellita y montmorillonita. Los estudios petrográficos son muy escasos; Goso y Bossi (1966) señalan que las areniscas blancas inferiores del perfil de Punta Gorda, poseen el 90% de los granos entre 0,12 y 0.06 mm. Ferrando et al. (1989b) señalan para las areniscas la siguiente composición promedio de la fracción liviana entre 0,25 y 0,12 mm: 80% de cuarzo, 11% de feldespatos potásicos y 8% de plagioclasas. Vrba y Tófalo (1998) analizan algunas litologías arenosas y concluyen que se trata de arenas cuarzo feldespáticas y arcosas cementadas por abundante carbonato. La asociación de los minerales livianos indica procedencia desde el basamento cristalino, aunque la de los minerales pesados señala algún grado de aporte de rocas volcánicas básicas.
Paleontología
La Formación Camacho ha proporcionado numerosas especies fósiles relacionados con ambientes marinos: foraminíferos, gastrópodos, bivalvos, braquiópodos, equinoideos, ostrácodos, balanomorfos, briozoarios, icnofósiles, etc.; (Teisseire, 1928; Kraglievich, 1928; Figueiras y Broggi, 1971, 1972/73, 1976, 1987, 1988; Sprechmann, 1978a; Martínez, 1984, 1985, 1994a y b, 1989; Martínez y Durham, 1989; Martínez y Verde, 1992; Sprechmann et al., 1994, 1998; Figueiras y Martínez, 1995; del Río y Martínez, 1998a,b; Martínez et al. 1998; Martínez, 1999; Mooi et al., 2000).
En Tabla I se presenta un listado de los fósiles hallados en la Formación Camacho. Los reptiles, aves y mamíferos referidos en las localidades del Departamento de San José corresponden a la "litofacies Kiyú" (véase capítulo Litoestratigrafía y relaciones estratigráficas y Tabla I).
Ambientes de sedimentación
En lo que hace al ambiente de depositación de la Formación Camacho, todos los autores son coincidentes en que estos depósitos corresponden al borde de una transgresión marina que progresó a través de un primitivo Río de la Plata, ocupando buena parte del actual territorio argentino. Da Silva (1990) en el sur del departamento de San José y en función de la paleontología de la formación, define una asociación de ambientes marinos: litorales, infralitorales y sublitorales. La paleoecología y la sedimentología de la Formación Camacho es analizada por Sprechmann et al. (1994) en el Departamento de Colonia. Las interpretaciones paleoecológicas se basan en el análisis de asociaciones de invertebrados, en particular de moluscos, y por las de las icnofósiles representados por el "Grupo Crustacea", Thalassinoides isp. y Ophiomorpha nodosa, ambas con sus respectivas cámaras de incubación relacionadas con sus sistemas de galerías.
Además se identifican Chondrites isp. , Caulostrepsis isp., Cylindrichnus isp., Teichichnus isp., Rhizocorallium isp., Gyrolithes isp., Muensteria isp. y Psilonichnus isp. (hallada en Arazatí, Sprechmann et al., 1998). En la Fig. 3 se ilustra la columna estratigráfica de la localidad de San Pedro. Las principales litofacies y asociaciones de fósiles referidas son: (a) comunidades autóctonas, asociadas a arcillitas y fangolitas, de coloración oliva claro y gris oliva claro, depositadas en un ambiente subtidal, con régimen de baja energía, fácilmente identificables por su baja diversidad y, sobre todo, por sus icnofósiles, en particular Thalassinoides isp. y Ophiomorpha nodosa . Estas comunidades autóctonas interestratifican en las localidades de Brisas del Plata, San Pedro, Anchorena y la Negra con: b) asociaciones en lo fundamental parautóctonas, correspondientes a eventos extraordinarios de alta energía, representados por tempestitas. Se reconocen como areniscas muy finas y finas, color gris muy claro, con coquinas, o lumaquelas, dispuestas en estratos o en concreciones, y diversas estructuras sedimentarias, destacándose aquellas diagnósticas del tipo hummocky. La existencia de tempestitas es, además, sostenida por diversos criterios bioestratinómicos. Dentro de ellas se verifica la mayor diversidad de moluscos, y de otros invertebrados, la que decrece hacia el techo, a medida que se colmata la cuenca. La tempestitas se ven afectados por diversos procesos diagenéticos, dado que actúan como núcleos de disolución y ulterior precipitación, observándose en ellas la formación de concreciones, drusas y niveles fósiles.
c) la existencia de arenas masivas, gris amarillentas, tipo "shifting sands". Caracterizan una litofacies presente, por ejemplo, en Anchorena, Cerro Bautista y Punta Gorda. Los fósiles son infrecuentes. Se conservan tests calcíticos, sobre todo de braquiópodos y pectínidos, debido a
procesos de disolución diferencial, así como icnofósiles marinos.
d) En Punta Gorda, se presenta estratificación cruzada, con foresets de varios metros, constituida por conglomerados de fragmentos de conchillas y arenas muy gruesas, que se interpretan como barras asociadas a canales estuarinos.
(e) "Patch reefs" definidos por la comunidad de Crassostrea rizophorae, sólo identificada en el techo de la localidad de Punta Gorda la que, junto al estudio de la secuencia, atestigua el desvío del canal estuarino principal.
(f) Biostromas y "patch reefs" de ostreidos observables en Arazatí, al NW del Arroyo Sauce (Departamento de San José) descritos por Sprechmann et al. (1998). En el bioestroma inferior domina la bioconstrucción sobre la bioacumulación; en el biostroma superior un sepultamiento parautóctono. Los lechos de valvas se caracterizan por la Asociación de "Ostrea patagonica " -Crassostrea sp. A su vez, los tests de los bivalvos que tipifican a la asociación, constituyen un substrato duro que permitió la colonización de epibiontes fixosésiles representados por balánidos, foraminíferos aglutinados y serpúlidos. Además son característicos los organismos perforantes (endolitos). También se halló un diente de selacio, Myliobatidae indet. Los biostromos se formaron por adaptaciones de ostras o "habitantes secundarios de fondos blandos" que adoptan diferentes tipos de crecimientos: a) ecofenotipos racimosos, (b) verticales, (c) irregulares, d) reclinados, etc. La presencia de los ecofenotipos puede deberse a la señalada "plasticidad morfogenética de las ostras" sobre la que actuaron rápidos cambios en los parámetros ambien-tales, en particular de la salinidad y de la energía, en un ambiente de depositación estuarino del tipo "fringe reefs", El área de Arazatí es la localidad más adecuada para el estudio de los endolitos, dado que es la única en la que se conservan las relaciones de facies, describiéndose el icnofósil Caulostrepsis isp. y Entobia isp. En otras localidades de la Formación Camacho se encuentran Conchotrema isp., Electra isp. y Spathipora isp., Gastrochaenolites torpedo, Dendrina isp., Ostreoblabe isp. En las valvas de los ostreidos se observan paleopatologías tales como "mud blisters" y englobamientos calcáreos de granos de cuarzo y, además "scratch marks". Los biostromas de Puerto Arazatí, y "patch reefs" asociados, se interpretan como "fringe reefs" en los bordes del canal estuarino principal.
La Formación Camacho es apropiada para observar procesos fósil-diagenéticos (Sprechmann et al., 1994). Los procesos de disolución diferencial de los tests aragoníticos hacen que las respectivas especies estén subrepresentadas en las asociaciones, preservándose en forma de moldes.
Los microfósiles con test de calcita con alto contenido en Mg presentan, en su mayoría, microestructuras recristalizados. El hidroxiapatito y el hidroxi-fluorapatito poseen el mayor potencial de fosilización, lo que explica la preservación de dientes de selacios.
Una correlación paleoecológica y sedimentológica de las Formaciones Paraná y Camacho es presentada por Sprechmann y Aceñolaza (1999). Concluyen que, en lo principal, la sedimentación se verificó en sistemas depositacionales marginal-marinos estuarinos y que el principal parámetro ecológico que determinó la distribución de los organismos a escala regional fue la salinidad.
En su conjunto, las asociaciones del Departamento de Colonia pertenecen a una unidad paleozoogeográfica denominada Subprovincia Sur-Brasileña del Mioceno medio-superior, de aguas templado cálidas (Sprechmann, 1978a,b). Las asociaciones de bivalvos y gastrópodos poseen una estrecha afinidad con las de Paraná (Martínez, 1988, 1990; Del Río y Martínez, 1998a). En el área de la cuenca de la Laguna Merín, y en consecuencia con mayor influencia del océano Atlántico. Sprechmann (1978a, b) estudiando la fauna hallada en la Perforación Chuy (Nº 364) entre -133 y -113 m, indica condiciones ambientales basándose en asociaciones de foraminíferos, adquiriendo especial relevancia el hallazgo del fósil de facies Amphisteghina gibbosa, indicador de masas de aguas tropicales que definen a la denominada "Subprovincia Miocena Norte- brasileña". Se postula un ambiente de plataforma de aguas someras, de alta energía, de salinidad normal marina.
Edad y Correlaciones
La edad de la Formación Camacho se basa en diferentes criterios que se exponen: (a) Correlaciones con el Entrerriense y Paranense y unidades estratigráficas de Argentina: Figueiras y Broggi (1971, 1972/73), evaluando datos malacológicos consideran que la Formación Camacho pertenece al Mioceno Superior. Sin embargo, Del Río (1988, 1990, 1991) concluye que las malacofaunas de las Formación Paraná y de la Formación Puerto Madryn pertenecen al Mioceno medio. Martínez (1988, 1990, 1994a) también encuentra una relación entre las malacofaunas del Dpto. de Colonia y las de Entre Ríos. Herbst & Zabert (1979, 1987) comparten este criterio al comparar los foraminíferos bentónicos y ostrácodos con los de la Formación Paraná. Pero faltan fósiles guías que lo prueben. Perea & Ubilla (1989, 1990) en base a restos de Selachia proponen, igualmente, una edad Mioceno superior.
(b) Correlaciones con el Mioceno de la Cuenca de Pelotas: Closs y Madeira (1968) y Sprechmann (1978a, fig. 2, 1980) asignan los sedimentos hallados entre -133 y -122 m en la Perforación Chuy Nº 364 al Mioceno estudiando foraminíferos bentónicos. La edad también puede ser inferida por foraminíferos planctónicos hallados en perforaciones de la Cuenca de Pelotas en Brasil. Indican una depositación iniciada en la Zona N7 (= Zona de Globigerinatella insueta), hasta la Zona N16 (presencia de Globorotalia acostaensis, Globigerina nepethes y otras especies planctónicas (Closs, 1966a,b, 1967, 1970; Bertels y Madeira Falcetta,1977: 446). Las edad proporcionada es aquí reinterpretada en base a las zonas de extensión proporcionadas por Bolli y Saunders (1985).
Como se indicara en el capítulo "Cuenca de Sedimentación", Sanguinetti (1980), en el son
Fig. 3: Columna estratigráfica de la localidad de San Pedro (Sprechmann et al., 1994). Sólo se indican algunos de los macrofósiles presentes.
deo de Jaguarão (2-PJ1-RS), aproximadamente a –135 m encuentra la Subzona del ostrácodo Krithe trinidadensis, ubicada en la parte superior de la Zona del ostrácodo Henryhowella evax del Mioceno. La Subzona también se encuentra en otras perforaciones realizadas en Río Grande do Sul.
(c) Paleoclimatología y cambios eustáticos del nivel marino:Las asociaciones de foraminíferos, gastrópodos y bivalvos de la perforación Chuy y las de la Formación Camacho en su conjunto indican paleotemperaturas superiores a las actuales, las que no se presentaron desde el Plioceno hasta la actualidad (véase capítulo "Ambientes de Sedimentación"). Aceñolaza y Aceñolaza (2000) en base a consideraciones sobre el nivel marino, consideran que la Transgresión Paranense se depositó en el Mioceno Medio.
(d) "Edades Mamífero" en América del Sur: Perea (1993, 1998) y Perea et al. (1994), en base a la asociación faunística tipificada por el morfotipo "Stromaphoropsis- Pseudoplophophorus " distinguen una Biozona afín a la "Edad-Mamífero" Huayqueriense del Mioceno tardío, la cual caracteriza a una litofacies Kiyú (véase Litoestratigrafía). Aunque sólo detallados trabajos de campo podrán dilucidar si Kiyú pertenece a la Formación Camacho o a la Formación Raigón, el valor del aporte bioestratigráfico de la biozona es indudable, debido a que acota el la edad de Camacho, la cual se depositó antes o hasta el Hauyqueriense. Datos cronológicos de Flynn y Swischer (1995) proporcionan a la "Edad Mamífero" Huayqueriense una edad de 8 - 6.5 Ma. . Para R. Pascual (com. pers. 05.04.94) el Huayqueriense posee una edad de 9 y 6.8 Ma. Existe una correlación con las Biozonas N 16 a N 17, implicando que el Huayqueriense se sitúa en el Tortoniano.
En Cantera Camacho se ha hallado en los "shifting sands", un húmero derecho de Megalonichops fontanai, un Megalonícido de gran porte. El estudio de su posible valor estratigráfico es un tema pendiente.
Resumiendo, lo datos no son totalmente coincidentes. La Formación Camacho se depositó en concordancia con uno o varios de los niveles altos del nivel marino entre las Zonas N7 y N16, es decir desde el Serravalliano (Mioceno medio) al Tortoniano (Mioceno superior). No existen datos definitivos que permitan asignar las asociaciones de la Formación Camacho a un determinado piso o época dentro del Mioceno medio o superior.
Medina (1962), Figueiras & Broggi (1987), Herbst & Zabert (1979) y Sprechmann (1980) sostienen que los depósitos del Chuy y los del SW del Uruguay son probablemente diacrónicos.
En base a lo expuesto, no existen métodos estratigráficos que permitan calibrar una separación cronológica entre ambos.
A nivel regional existen diversos paradigmas acerca de la extensión geográfica alcanzada por la Transgresión Paranense o Transgresión Entrerriana las cuales se basan, en lo fundamental, en criterios paleontológicos y correlaciones estratigráficas. Las principales reconstrucciones han sido presentadas por Ihering (1907, 1927), Camacho (1967), Herbst y Zabert (1987), Del Río (1988), Boltovskoy (1991), Marshall et al.(1993), del Río y Martínez (1998a), Bossi y Gavriloff (1998) y Aceñolaza y Aceñolaza (2000).
Agradecimientos
Se agradece a los colegas Jorge Bossi, Néstor Campal, Claudio Gaucher, Daniel Perea y Mariano Verde por haber proporcionado valiosas informaciones vinculadas con la redacción de este trabajo.
Bibliografía
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